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Cuando estamos necesitados de algo lo que más anhelamos es que alguien se nos aparezca y nos diga eso tan maravilloso: “Pídeme lo que quieras” bueno esto solo parece posible en los cuentos de hadas.
¿Pero sabes cuál es la buena noticia? Esto no solo es posible en los cuentos infantiles. Para nosotros los cristianos los que hemos depositado nuestra confianza en cristo también es posible. Esa es la promesa hecha por Jehová para nosotros. Juan 14: 13 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”
Desde un principio el deseo de Dios ha sido darnos lo que queremos de acuerdo a su voluntad. 2 Crónicas 1: 7 “Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé.”
Debemos ser sensatos en lo que pedimos pero la promesa de Dios es darnos todo lo que en verdad necesitamos. Salmo 2: 8 “Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra”
Nehemías estaba triste porque quería ayudar a su pueblo pero sentía que no podía. V 2 “me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera”
Como pedir lo que queremos.
1. Pide la orientación de Dios. V 4 “” Nosotros a la verdad no sabemos que pedir muchas veces no recibimos lo que pedimos porque es para nuestro mal. Santiago 4: 3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”
Esa voz que nos dice pídeme lo que quieras puede ser un arma de doble filo, puede ser la voz de Dios o la voz de satanás. Es por esta razón que tenemos que primero consultar a Dios. Para que nos de discernimiento.
2. Con humildad. V 5 “y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré.” muchas personas en lugar de hacer una oración de súplica parece un pliego de peticiones de un sindicato. No piden exigen.
3. Pide lo que necesitas. V 7 “Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá;” se explicitó en lo que pides. Muchas veces ni nosotros nos entendemos cuando estamos pidiendo.
4. No seas austero en tu petición si Dios te ha dicho que le pidas lo que quieras. Claro tampoco te excedas en lo que pides. En la vida secular muchas veces nos han invitado a comer y nos han dicho pida lo que quiera pero por vergüenza de pedir lo que queremos nos hemos conformado con un vaso con agua. V 8 “y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí.” es por esta razón que el espíritu de Dios nos puede ayudar a pedir. Romanos 8: 26 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
5. No pedir llevados por la desesperación. Mateo 6: 25-27 “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 6:27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?”
6. Pide de acuerdo a la voluntad de Dios. 1 Juan 5: 14 “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.”
7. teniendo la certeza de que Dios nos oye. Solo que el responde en su tiempo y no en el nuestro. 1 Juan 5: 15 “Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”
La única forma de saber cuál es la voluntad de Dios es si acudimos a su palabra. Solo en ella encontramos lo que Jesucristo quiere para nosotros.
Pedir lo que queramos no significa que Dios cumple todos nuestros deseos. Pedir lo que queramos significa que Dios siempre está dispuesto a escucharnos y a darnos todo lo que necesitemos para nuestro crecimiento y desarrollo.